
Estimados amigos y clientes. Desde hace diez días estoy sopesando qué hacer en relación a continuar con el servicio de sushi a domicilio. Cerré la tienda y comencé a adaptar los controles sanitarios a la situación que estaba por llegar. Diseñé una nueva carta, con precios más económicos e importantes cambios que llevaba meses queriendo introducir. Que la normativa me permitiese abrir no es lo que hizo que siguiera esos pasos, sino el hecho de considerar más peligroso desplazarse a hacer la compra que el propio reparto a domicilio, sobre el que había establecido un sistema -también ellos- para que no hubiese contacto alguno con el repartidor o el cliente.
Ha sido el hecho de no considerar mi servicio de comida como algo esencial lo que finalmente me ha llevado a tomar la decisión de no reanudar la actividad hasta que estime que debo hacerlo. Es imposible calcular la fecha en estos momentos. Mucho ánimo a todos y, por supuesto, quienes tengáis adquirido un bono para realizar un taller de sushi seguid contando con él aunque haya caducado. En el peor de los casos, no cesaré definitivamente la actividad sin antes realizar esos talleres o reembolsar el dinero. Mucho ánimo a todos y hasta pronto.